Muro de presentación
Claudio Arzani – 2015
(Fotografía : Christoph Hirtz)
Claudio Arzani Anders, nace en el Valle de Aconcagua, Chile, a los pies de la cordillera de Los Andes, el 8 de noviembre de 1958. Luego de terminar sus estudios primarios y secundarios en el Instituto Abdón Cifuentes de la ciudad de San Felipe, V Región, estudia en la Escuela de Bellas Artes de Viña del Mar, en 1976. Entre los años 1977 y 1979, estudia en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso. En 1980, luego de un interrumpido viaje por América del Sur, “Mochileando”, con la intención de embarcarse luego a la “vieja Europa”, termina por radicarse en Quito, Ecuador.
Los primeros años son de intensa búsqueda, estudios y experimentación, dibujando y pintando el antiguo Quito que le atrapó y enamoro, realizando su primera exposición individual en la Galería de Arte Charpentier, titulada; Quito y sus calles, en 1982 y exponiendo semanalmente en “Arte en la calle” del Parque El Ejido de la capital.
Taller Hideyo Noguche – 1981 – Quito
Claudio Arzani en el Taller – 1981 – Quito
Grabados sobre madera y linóleo, (Xilografía) – 1981
Acuarelas de Quito – 1982
Bodegones
Entre 1981 y 1984, estudia en la Facultad de Artes de la Universidad Central del Ecuador en Quito. Abandona sus estudios y a finales de ese mismo año, instala su taller en plena Mitad del Mundo, en la provincia de Pichincha y en lo que es hoy el Museo de Sitio Intiñán, donde toma fuerza su obra y su estilo arquitectónico.
Estilo arquitectónico 1983 – 1986
En 1986, una de estas obras le otorga el Primer Premio en Pintura en el Salón Nacional Mariano Aguilera. De esta etapa, Hernán Rodríguez Castelo escribe; (Extracto)
“Pinta con factura casi hiperrealista fachadas y exteriores de casas de ciudades pueblos. Su dibujo es de gran exactitud y su cromática de gama severa y gran finura combinatoria. Una obra de estas le mereció el Mariano Aguilera de 1986. Madura su técnica y pinta casas guayaquileñas. Le seduce, sobre todo, la madera con su rico juego lineal: persianas de líneas claras contra interiores umbríos; portales con sus columnas. La morosidad cuasi hiperrealista se convierte en juego de grafismo lineal.
Torna a motivos serranos y busca abrir las fachadas hacia la profundidad de los interiores, que se ven, sugestivos de verdes vegetales, a través de ventanas y mamparas de cristales. En casos ocurridos ante las fachadas algún objeto rico de sentido”.
(Diccionario Crítico de Artistas Plásticos de Ecuador del Siglo XX, p. 30 – 1992 ).
Fachadas guayaquileñas
Los últimos años de la década de los 80, son de intensa creación y expone en las ciudades más importantes del país, como Quito, Guayaquil y Cuenca, auspiciado por la Galería de Arte La Manzana Verde, en exposiciones individuales y colectivas. Uno de los testimonios más importantes sobre la obra de Arzani de esta, su primera etapa, está testimoniada en una entrevista realizada para la Revista Diners por el Arq. Lenin Oña Viteri, ex decano de la Facultad de Artes U.C.E. (Revista Diners N°85, p.p. 44 – 48) como artista invitado del mes, en su edición de junio de 1989, en la que el artista dialoga sobre su obra y el crítico la interpreta; (Extracto)
“La vigorosa irrupción del realismo mágico en las artes visuales – emparentado inobjetablemente con la literatura, y la vigencia de fabuladores, de líricos testigos del acontecer cotidiano, dan un rotundo mentís a quienes auguraban la extinción del realismo. Claudio Arzani, cronista de la nostalgia, poderoso recreador de atmósferas urbanas, nos presenta una propuesta que, buscando intencionalmente la semejanza con las construcciones que el realista admira, se aleja del hiperrealismo por la libertad compositiva; la agudeza cromática, la poesía del detalle. Pretende que pasemos del ver al mirar… “
Lenín Oña Viteri, 1989
Estilo arquitectónico 1988
La Dra. Inés Flores, Crítica de arte, comenta sobre la obra de Arzani en el libro 100 Artistas del Ecuador (Dinediciones S.A, Quito – 1990, p.p. 236 – 237, 276); (Extracto)
“Fascinado por la arquitectura mestiza, Arzani empieza a recuperar en bocetos el saber de anónimos maestros de obra, Albañiles, Carpinteros. Es una mirada de experto, de un inventariador de volúmenes y espacios, luz y sombras. En la obra de Arzani prima el dibujo. Un dibujo de exquisita perfección, que se detiene en detalles que otorgan belleza y armonía al conjunto. La cromática, personal, tiene tonos de calidez que incitan a la remembranza. Es el color de oro viejo de las tardes serranas, o de la luz nueva, recién creada, de los amaneceres costeños; no en violento color ecuatorial del medio día. La composición exacta, rotunda, con reminiscencias arquitectónicas, suavizadas por la morosidad de los detalles. una pintura de poderoso lirismo, de un creador talentoso y tenaz.”
Primera etapa; Cinético – Constructivista 1990
A principios de los años 90, incursiona poco a poco en el Arte Cinético y Constructivista, sin dejar de lado su estilo Arquitectónico, realizando su primera exposición individual de este estilo en la Galería L’Art, Quito 1992. Un par de años más tarde se auto-exilia en un pequeño pueblo costero, Curía, provincia de Santa Elena durante una larga temporada, retomando el paisaje en las técnicas de acuarela y óleo.
Acuarelas Curía 1996 – 1999
A finales de esta década se traslada a la ciudad de Tena, en la Amazonía Ecuatoriana. La búsqueda de la Luz, que es una constante en su obra, se desborda en estas épocas por la influencia de la Luz de la Costa y la Amazonia y de la “verticalidad canicular” de la serranía ecuatoriana. De estas épocas, resurgen con vigor sus “Libretas de Apuntes”, (herencia de sus estudios de Arquitectura), donde registra diversos lugares de Ecuador y el mundo, dibujadas a tinta, marcadores, plumillas y acuarelas; recogiendo instantes e ideas en bocetos con temas al natural, como personajes, pequeñas ciudades y pueblos y que son exhibidas en una exposición individual en el año 2008 en el Ministerio de Cultura del Ecuador en la ciudad de Quito, denominada, “Apuntes del Camino”.
Libreta de apuntes 1999
Libreta de apuntes 2004/08
Un dato interesante de la obra de Arzani, es que prácticamente el 95 % de su obra de estilo arquitectónico, aunque lo parezca, no es real, está elaboradas en base a la observación de la arquitectura y sus estilos a través del tiempo y capturadas en sus “Libretas de Apuntes”, en las que registra elementos que le sirven para la composición y ejecución de sus obras.
Dominador de la perspectiva, Arzani no la explota quizá como debería, pero se pueden apreciar su destreza en algunas de sus obras, como en sus primeros grabados en madera y metal de inicios de los años ochenta y fundamentalmente en una serie de bocetos inspirados en la lectura de libros, como los de “El juego de los Abalorios” de Hermann Hesse, en 1997.
Plumillas 1997 – El juego de los abalorios
En el año 2001, el Prof. Edmundo Ribadeneira ( Presidente de la casa de la Cultura Ecuatoriana 1982 – 1988) escribe para la presentación de la exposición “Texturas de Luz en Siena”, en el Instituto Brasileiro Equatoriano de Cultura; (Extracto)
Como quiera que sea, los cuadros de Claudio Arzani toman a la arquitectura como un pretexto pictórico, de libre y voluntario ejercicio, emocional y sin duda caprichoso. Porque el artista nada pretende en materia de captar o transcribir aspectos propios de la técnica arquitectónica, que no se concreten a un trazado minucioso y tenaz de líneas precisas. Lo que vale para Arzani son sus deseos por empatar su cromática con el idioma envejecido por las texturas de las fachadas. Para el joven pintor esto es lo sustancial, y creo que la crítica ha coincidido plenamente con este detalle. Sus casas costeñas o de la serranía, siempre aisladas de la gran construcción, señorial o de enorme hotelería o administrativa, dan en el centro de una historia general bajo cuyo ritmo la página del tiempo se arraiga a la memoria viva de la humanidad.
Edmundo Ribadeneira, 2001
Estilo Arquitectónico 2000 – 2004
Óleos Sepias y Sienas – 2001 / 2006
Exposición, “Perspectivas Oníricas”, Asociación Humboldt 2007
Óleos 2009
Segunda etapa; Cinético – Constructivista años 2010/21
En la mitad de la década del 2000, ya instalado en Quito, retoma nuevamente con fuerza sus obras de estilo Cinético – Constructivista, más de un centenar de obras en pequeño formato al óleo y sobre papel de acuarela lo testimonian; Es aquí donde comienzan a florecer sus obras de gran formato de óleos sobre lienzo, como lo son; Torso I (2008), Sensualidad (2010), Mujer recostada III (2013), La Conexión (2017), Los Amantes I y II (2017), Las 3 Gracias (2019), El Reposo I y II (2020, 2021), El Despertar (2021), entre otros.
De estos últimos años, destacan también en su estilo arquitectónico y de gran formato, El Festejo (2017) y Músicos de Viento (2019). También le seducen las cúpulas, las cuales recrea con gran habilidad.
Estilo Arquitectónico 2010/21
De la serie : Esquinas de la memoria – 2015
Otros Temas
La ejecución de las obras de Arzani, tanto en su estilo Arquitectónico como en Cinético-Constructivista, por el grado de dificultad en la técnica, le pueden llevar meses e incluso más de un año en su terminación por lo que va trabajando varios temas a la vez; pero también crea coloridos paisajes y marinas al óleo, algunos más espontáneos que otros, en pequeñas series y en diferentes formatos y soportes, a los que llama, “Divertimentos”.
Laborioso y de gran tenacidad y oficio, Arzani ha trabajado la Luz y ha intentado moldear esta, en un sinfín de maneras. Sin duda, la obra de Arzani ha logrado posicionarse dentro de la plástica ecuatoriana. Sus obras se encuentran en diversas colecciones privadas del Ecuador y el Mundo.
GALERÍA DE ARTE CRONOLÓGICA : 1971 – 2021
( En construcción )
CURRICULUM
( En construcción )
Créditos fotográficos compartidos, Susana Cortés y Claudio Arzani / 2019